Vale implanta sistema autónomo en el Terminal de la Isla de Guaíba

Vista de las máquinas en el Terminal de la Ilha Guaíba (TIG).| Crédito: José Palma / Vale

La minera Vale ha concluido la implantación de un sistema de operación autónomo para tres máquinas de patio en el Terminal de la Isla de Guaíba (TIG), en Mangaratiba, Río de Janeiro (Brasil). La adopción de la tecnología, que permite que los equipos operen sin tripulación, ha posibilitado retirar a las personas de actividades que las exponen a riesgos, haciendo el ambiente de trabajo más confortable e inclusivo, con aumento de la posibilidad de contratación de personas con discapacidad. Vale invirtió USD 10 millones en la implantación de la tecnología en el TIG.    

Con el sistema autónomo, también ha sido posible identificar mejoras en la eficiencia operativa. Las máquinas de patio del TIG funcionan como apiladoras y recuperadoras, es decir, apilan el mineral que llega por ferrocarril al patio y también retiran este material del patio, colocándolo en cintas transportadoras. El mineral avanza por las cintas hasta que se carga en los buques. La adopción de esta tecnología ha permitido aumentar la tasa de recuperación en un 12.3% en comparación con el anterior método manual, lo que ha influido positivamente en la capacidad de producción del puerto.   

El vicepresidente técnico de Vale, Rafael Bittar, explicó que la empresa minera invierte estratégicamente en tecnología e innovación para aumentar la seguridad y fiabilidad de sus operaciones.

“Nuestra producción se aproxima cada vez más a la minería del futuro, reduciendo la exposición de las personas al riesgo y aumentando la agilidad y la productividad del negocio. La automatización desempeña un papel central en esta evolución y seguiremos invirtiendo en tecnología para mejorar nuestras operaciones y contribuir a que la minería sea cada vez más segura y sostenible”, afirmó. 

La tecnología promueve la seguridad y la inclusión

La implantación del sistema autónomo en el Terminal de la Isla de Guaíba no solo ha hecho que la operación sea más eficiente, sino que también ha mejorado las condiciones de trabajo de los operarios y ha promovido un entorno laboral más inclusivo y colaborativo.

“Antes, los empleados pasaban la mayor parte de sus turnos en la cabina de la máquina. Ahora, trabajan en un entorno administrativo, con menos exposición al riesgo, más infraestructura e integración con otros equipos, e incluso pueden contribuir a otros procesos”, destacó el director de Operaciones de Puertos del Sur, Leandro Luiz Barbosa. 

Thainá Viana opera maquinaria de astillero desde hace unos diez años y celebra la evolución del sistema. “La cuestión de la seguridad es fundamental, pero también ganamos mucho al estar en un entorno más cómodo que nos permite interactuar y socializar con otras personas. Esto mejora nuestra rutina y amplía nuestras posibilidades de aprendizaje y crecimiento”, afirma. 

Alrededor de 70 empleados de los equipos de mantenimiento y operaciones han recibido formación para trabajar con el nuevo sistema y no se ha despedido a ningún empleado como consecuencia de la adopción de la tecnología. La implantación de las máquinas autónomas hizo posible que empleados discapacitados empezaran a manejar las máquinas del patio.

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